Siendo el último día del año toca hacer recapitulación. El
año pasado, todavía 2013, se resumió en escribir No-Lovelife y dejarlo a
medias, salir por primera vez con una chica, duro tres semanas y su resultado
final fue quedarme tal como estaba e inmunizarme a los horrores del Whatsapp,
como expuse en mi anterior proyecto fracasado de blog y…, hmmm, ya. El 2014 se
resume en volver a cagarla con ese asunto que no se acaba de resolver porque la
otra parte sigue procrastinando la solución, constatar que La Maldición™ existe tras variados e infructuosos
esfuerzos de ligar por Internet en tres webs de ligoteo diferentes, mi clásica
serie de Proyectos Inconclusos dejados a medias –un blog, dos intentos de
seguir No-Lovelife camino de tres, una novela, varios sesudos artículos…–, mi
glorioso retorno al horario diurno de mí juventud y como consecuencia poder
apuntarme al Taller de Escritura Creativa, todo complementado por una buena guarnición
de diversos estilos de vegetar, como mirar el techo, jugar solitarios con el
móvil (es tan poético) o matar cosas virtuales en videojuegos, sin olvidar la
inauguración de este blog.
Así que hoy presentamos algunos ejemplos de 2014.
Para empezar el prólogo currado de No-Lovelife, un experimento de como mezclar música y escritura que hice allá en verano, con más éxito que el subido hace un par de semanas, pero que, como es obvio si lo veis, tiene tal cantidad de curro que seguirlo a ese nivel me sobrepasa. Vedlo.
Así que hoy presentamos algunos ejemplos de 2014.
Para empezar el prólogo currado de No-Lovelife, un experimento de como mezclar música y escritura que hice allá en verano, con más éxito que el subido hace un par de semanas, pero que, como es obvio si lo veis, tiene tal cantidad de curro que seguirlo a ese nivel me sobrepasa. Vedlo.
Finalmente dos micro-relatos del mes de noviembre, presentados
al concurso de El País, y que ya colgué en Facebook, pero que por aquí quedan
más bonito. El primero un exitoso ejercicio de clase, presentarlo para el
concurso era parte de los deberes.
Lógica
El segundo gustó menos, porque solo los entendidos saben de qué va en realidad.
Ciento Una
En fin, me despido hasta el año que viene. Lo más bonito y satisfactorio de 2014 fue cuando ella me abrazo y también me puso en los créditos de su obra, por primera vez salía en los créditos de algo… Lástima que luego se malograra todo, otra vez...
Continuación en próximos episodios de No-Lovelife.
P.D.: Ah, y fue el año que cumplí los 40, como he podido olvidarlo... ¿Será que ya he superado la crisis de los 40?
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