martes, 15 de septiembre de 2015

Primeros Capítulos: El Amor entre Negros y Blancas



El Primer Capítulo anterior lo escribí en mayo de 2012, el de hoy es mucho más reciente, diciembre del 2014 y llega en una sola entrega. Pretende ser el comienzo de una novela corta, en este caso mucho más adaptada al formato fragmentado y breve propio del blog, el Facebook, el Twitter, y demás moderneces, bla, bla, bla, pero recuperando la estructura epistolar mas clásica. La propia para contar la historia de un viaje en la estela de Joseph Conrad... Como hoy en día El Corazón de las Tinieblas nos lo cuelga el califato mutante del caos en Youtube entre un video de gatos y otro de culos postizos, cosas de la aldea global, eso de viajar a lugares misteriosos y ocultos solo puede suceder en un planeta imaginario de ficción hace mucho, mucho tiempo, en esta misma galaxia. 
  

El Amor entre Negros y Blancas

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Querida hermana, te escribo esta primera carta mientras espero mi partida. El dirigible que me ha traído hasta aquí retorna a Torre de la Plata esta misma tarde, así que espero que la recibas dentro de tres días. Después de hoy tendrás noticias mías cada semana, puedes decirle a madre que esté tranquila. Como sabes, Anton, uno de mis mejores amigos, por no decir casi otro hermano para mí, trabaja en el servicio postal de la Compañía, y él mismo se encargará de que mis misivas os lleguen puntualmente, salvo cuando la situación de mi misión lo impida. Vuelvo a repetiros que no debéis tener miedo por mí, haced caso a nuestro tío, que por algo es coronel. Aunque debo entrar en territorio salvaje, estaré siempre en zonas pacificadas y entre tribus amigas. No hagáis caso a las noticias de los periódicos, la Compañía abrió las llanuras al comercio hace años, y el cuerpo de exploradores del ejército nunca miente. Madre siempre ha sido de temperamento fatalista, y os dirá que nuestro tío se equivoca, y que nunca debí aceptar este trabajo, pero sabéis que no tenía otro remedio. La Compañía paga bien por servicios de esta dificultad, y pensad que, sin el dinero que os mandaré, nos veríamos obligados a vender la casa de papá, que en paz duerme. No lo he aceptado solo por ser una forma de demostraros que mis estudios sirvieron para algo, cuando reciba todos los pagos podremos saldar todas las deudas de la familia. Confiad en mí. Ahora estoy bien, aunque este puerto no cuenta con muchas comodidades. La Compañía lo construyó sobre solidas plataformas fijadas a una buena altura sobre la costa, lo que solo deja espacio para lo más imprescindible. Pero, por suerte, tengo todo lo necesario para vivir hasta que parta la caravana, y las vistas sobre el océano son magníficas. Incluso se distinguen los icebergs sobre el horizonte. Rezaré por vosotras y espero que vosotras también lo hagáis por mí. Se despide vuestro querido hermano e hijo, Benjamín. P.D. Te adjunto parte de mi primer anticipo, confío que sabrás administrarlo bien. Cuéntalo, y reclama si es necesario, nunca se sabe. 

Hola de nuevo Anton, te escribo para informarte que acabo de llegar a este puertucho de mierda. Es increíble que no se caiga abajo de un momento a otro, las vigas de hierro colado están blancas de cagadas de pájaros, y toda la estructura tiembla con cada ráfaga de viento. Por suerte soy de temperamento calmado, sino me ataría con los arneses a la cama. Te advierto que estoy tentado de hacerlo. Está atornillada a la pared de roca, así que es el único punto seguro de por aquí. Al menos la logística de la Compañía funciona, hay suficiente comida y agua, y la cantina tiene el adecuado suministro de alcohol y putas. Son dos, pero viejas y feas, a saber cuánto tiempo llevan aquí. Por supuesto ni he pensado en trincármelas, digamos que no son mi tipo, y todavía quiero serle fiel a Juani. No será la esposa más bonita y divertida del mundo, pero no le gusta a mi santa familia y para mí eso es suficiente para seguir siendo un hombre casado. Sé que no me crees, pero a diferencia de ti, soy un hombre de principios. El maestre del puerto dice que el resto de suministros, las piezas de la torre que aún faltan y los instrumentos que pedí llegaran en el próximo dirigible, quizá mañana o pasado. Los porteadores y el señor Joaquín tardaran más, parece que hubo tormenta en los ventisqueros de Las Rajas y se han retrasado. Espero que sea solo un contratiempo y no el anuncio de males mayores. No creo que pueda soportar muchos días aquí, el maestre es un tipo taciturno, la cantinera es gorda y maleducada, y ninguno de los empleados conoce mi idioma. Todos son criollos nacidos en las playas de abajo, la mayoría blancos mestizos. Diría que los únicos negros de por aquí somos nosotros, los pocos oficiales de la Compañía y los soldados. Hasta las putas son blancas. Aquí no hay sindicatos ni nada, así que los jefazos se ganan sus buenos beneficios contratando tan solo lugareños. Te parecerá increíble, pero tienen hasta escuelas técnicas metidas en las cuevas del farallón. Cualquier año estos fundan su propia Compañía y nos tiran de aquí. Te puedo asegurar que no les costaría mucho, solo tendrían que aflojar un poco más un par de tuercas. Te dejo, asegúrate de mandar esa carta, y no se te ocurra meter la mano en el sobre, sino tendré que matarte cuando vuelva. Hasta la próxima.

2 comentarios:

  1. muy interesante. No me ha quedado clara una cosa: ¿continuará o estás escribiendo una serie de aperturas que inicias para dar ganas de más? A mi me gustaría mucho que lo continuases.
    Bueno ,asta luego.

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